Entras con o sin excusa, con o sin beso y desciendes hasta mi estómago, allí moras.
Te nutres de pensamientos ya olvidados, de ilusiones casi marchitas, de hielo seco que tanto y tanto quema. Engordas. Te agitas, sordamente gritas y me hieres con tan sólo existir y respirar ahí dentro.
Poco a poco creces, consumes ese aire tuyo y mío de vísceras a medio podrir y renace mi imagen contigo, entre tanto olor a olvido.
Te nutres de pensamientos ya olvidados, de ilusiones casi marchitas, de hielo seco que tanto y tanto quema. Engordas. Te agitas, sordamente gritas y me hieres con tan sólo existir y respirar ahí dentro.
Poco a poco creces, consumes ese aire tuyo y mío de vísceras a medio podrir y renace mi imagen contigo, entre tanto olor a olvido.