23 febrero 2007

caricias al alma

Todos los momentos, poseen un desencadenante genuino que da pié al efecto perfecto. No sabría explicar si se busca, o si en realidad él sólo te encuentra; pero de una manera o de otra, tu realidad se presenta a su antojo y todo es, sutilmente, perfecto.

2 comentarios:

Revototal dijo...

La realidad de cada uno es como cada uno quiere...nos preocupamos e incluso a veces nos arrepentimos de lo que hemos hecho o de lo que no hemos hecho...y todo para qué??si en verdad hemos hecho lo que hemos querido!!!me gusta pensar que cada persona vive su vida como kiere, vamos, que el destino no está escrito,sino que nos lo construimos cada día...por eso es, sencillamente, PERFECTO...

(Juro q pensaba escribir un comentario corto...)

Elías dijo...

Eso es cierto, y no lo discuto. A donde voy a parar, es a que a menudo, las cosas no salen como esperamos por mucha predisposición que tengamos.
Me refería a algo más casual, algo más místico. Realmente, la sensación que evoca este texto, yo la he percibido muy pocas veces. Es armonía.
No sé si me comprendes. Yo en mi día a día no siento esa armonía. Pero soy consciente de que nadie, en su sano juicio puede sentirla (tal y como yo la percibo). De ahí que la atribuya sólamente a algunos momentos de evasión.